¿Sabéis cómo se iba a llamar el nuevo iOS7? “iOS a la mierda” pero al final Apple aflojó y dijo: “No descubramos nada poniéndole ese nombre: ya se irán enterando cuando se lo descarguen”. Porque, al parecer, es muy bueno, pero tiene problemas: como Casillas.
El primero, de instalación. Porque el iOS7 no es un okupa: no se instala en cualquier parte. Instalarlo en los iPads está dando problemas y, por supuesto, en los móviles también. Cuando lo instalabas, salía esto:
Tampoco es mayor problema porque lo volvías a reintentar más tarde. Claro, que salía esto:
Oye, pues tampoco tengo prisa: lo vuelvo a reintentar. Y ahí, ya te salía esto:
Y, cuando al final lo instalas… tiene que ser la hostia porque a mí todavía se me está descargando. Pero mucha gente ya lo tiene y por la calle se les ve flipar con lo último en tecnología y se les oye decir técnicamente: “¡Hala, me gusta mucho el fondo!” Que no sabes si habla del móvil o del Mar Rojo, que se ve que es un mar bonachón porque tiene muy buen fondo. Pero también oigo a la gente decir con su iOS7: “¡Hala, tiene un menú diferente!” Joder, pues como Kiko Rivera que en cada habitación de su casa tiene un menú diferente.
Pero todo eso lo digo por envidia porque estoy deseando instalarlo y es lo que tiene que hacer todo el mundo. He oído que un informático de Wisconsin no lo instaló y tuvo siete años de mal sexo. Claro, era informático, ¿qué esperábais?