A ver… un pintor… pues por la foto se ve que el pintor no es de brocha gorda.
El pintor ruso Piotr Pavlenski se clavó los huevos con un martillo a los adoquines como protesta ante la apatía y la indiferencia de la sociedad actual rusa. Porque hay algunos que habitualmente van a los museos y pensaban que iba a pintar un cuadro y llevar a cabo la famosa frase de: “esto lo pinto yo con la punta de la po**a”. Pues no, porque era una protesta. Ahora bien, Piotr, para la próxima te recomendamos que si vas protestar, no te hagas daño tú. Si quieres caga en la Plaza Roja para decir que todo es una mierda, que Putin lo va a entender igual y así no te haces daño. Si lo único que puede pasar es que a Putin le guste esta expresión artística que has hecho y te contrate donde vaya él siempre y tengas que estar clavándote los huevos en el suelo por toda Rusia los fines de semana. Y en vez de petarlo en bolos, vas a petar las bolas.
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