La verdad es que actuar no es fácil, pero para triunfar en un bar haciendo un monólogo de stand-up lo primero que tienes que hacer es creértelo, más o menos como los actores de las series españolas, pero al contrario.
La clave es poner mucha energía, y por energía no nos referimos a gritar o a enfadarte mucho porque puedes ser un monologuista con un tono bajo o tener un monólogo con un ritmo lento, energía es concentrarte en decir el chiste que vayas a lanzar con la entonación que requiera.
Pero por nuestra experiencia te podemos decir que lo más importante para sentirte bien en un monólogo, sobre todo si eres amateur, es aprovechar tus primeros chistes para ver cómo está el bar. Siempre hay alguna persona que se ríe mucho o incluso como una gallina, pero no hace falta centrar las energías en dirigirse a él porque la clave de que los chistes funcionen eres tú. Durante los primeros chistes tienes que ver quién ríe los chistes de tu monólogo o ver qué pareja está pendiente de ti encantados de escucharte y hacer el monólogo como si fuera para ellos porque te dan confianza y muy buen feeling, ya que eso te dará seguridad y eso es lo más importante para que te vaya bien la actuación de esa noche. Porque que vaya bien la actuación sólo depende de ti y de la seguridad que tengas en ti mismo.
También hay algo que creemos que es muy importante: el principio de tu monólogo es fundamental. No guardes tu mejor material para el final, aunque en el final también tiene que haber una traca y si no hay traca, que por lo menos haya más petardos que en casa de Melendi, pero lo bueno ponlo al principio porque dos o tres bloques súper potentes al principio harán que tengas al público comiendo de tu mano y que tengas muy favorable el pulso del bar… al margen de que eso te dará seguridad, que es lo que busca todo monologuista en sus primeras actuaciones: no irse a casa con una sensación de “no valgo para esto”.
Por tanto, al principio tienes que poner tus mejores chistes. No pongas ideas ni reflexiones graciosas, pon chistes de los que nosotros llamamos de “pum”. Así te meterás a la gente en el bolsillo para que si luego decae parte de tu texto te lo perdonen y sigan riendo por tu texto o por la inercia. Y si no tienes ese texto que te asegure la carcajada, contrata uno profesional porque de verdad que te va a merecer la pena. Con un buen texto puedes hacer una buena o una mala actuación, pero con uno malo nunca vas a tener una actuación que sea un éxito. No digo que nos lo encargues a nosotros, pero ya que estás aquí que sepas que los hacemos por y para profesionales. De hecho no creemos que haya un lugar que tenga más chistes por metro cuadrado que los monólogos que entregamos a nuestros clientes… bueno, sí lo hay: se llama Congreso de los Diputados porque todo lo que dicen allí es un descojone.
Puedes encargarnos un monólogo que será un éxito aquí.