Mark Zuckerberg, el dueño de Facebook, acaba de comprar WhatsApp. ¿Os imagináis la lista de la compra de Mark?
-Pollo, queso, canónigos, Instagram, WhatsApp, Aeropuerto de Castellón…
El caso es que será muy listo y tendrá mucho dinero, pero Mark Zuckerberg ha comprado WhatsApp por 16 mil millones de dólares y a mí sólo me costó 0’89 en la Play Store. Pero ahora en serio, esto es un problema: si Facebook ha pagado esa cantidad de dinero por WhatsApp, y WhatsApp tiene 450 millones de usuarios (y algunos muy pesados) haciendo el cálculo esto significa que por usuario ha pagado… resto uno me llevo tres… raíz cuadrada de pi… ¡unos 40 dólares por usuario!
¡Ops! ¿Cómo va a amortizar Mark esa inversión? Pues esa es la principal preocupación de los usuarios de WhatsApp. Bueno, esa y por qué no me contesta si está en línea. Todo parece indicar que para que el último caprichito de Mark salga rentable, podrá haber publicidad en WhatsApp, pero no una publicidad aleatoria, sino la más valiosa: aquella que puede interesar ESPECIALMENTE a cada tipo de usuario. Así que mucha gente teme que Mark se ponga a leer nuestras conversaciones para lanzarnos la publicidad que encaja perfectamente con nuestros gustos y aficiones. Pues ya pueden empezar a crearse tiendas de «mierdas con ojos» que ahí está el negocio.
Pero bueno, esta compra también puede traer muchas cosas buenas realmente importantes, como por ejemplo, que la flamenca de WhatsApp te riegue la granja de FarmVille.
En fin, que si Mark quiere leer las conversaciones de mis grupos de WhatsApp que las lea… así por lo menos las lee alguien. Pero sería una lástima que por culpa de esta compra WhatsApp dejara de utilizarse, porque hay personas para las que este tipo de programas son su manera favorita de comunicarse. Se lo cuentan todo, todo, todo. Como estos buenos e íntimos amigos:
Si quieres que escribamos para ti, entra en Comedia. Y dínoslo, que no te podemos leer la mente, no somos Mark Zuckerberg.