Al parecer Esperanza Aguirre podría ser un nuevo personaje del GTA porque ayer Espe arrolló la moto de un agente de movilidad y se dio a la fuga. Las primeras investigaciones apuntaban a que la moto estaba a favor del aborto y claro, algo había hecho.

La segunda línea de investigación apunta a que el PP, por lo que sea, quiere destrozar todos los transportes públicos: empezaron por los helicópteros, Carromero hizo lo que pudo con los coches y ahora una moto.

Pero los hechos son que la policía paró su coche en la Gran Vía de Madrid para multarla porque su vehículo estaba aparcado en el carril bus obstruyendo la circulación y cuando le pidieron los papeles salió huyendo arrollando a la moto aunque ella ha reconocido que “no se ha llevado por delante a nadie”… y mira que lo ha intentado veces con Rajoy.

Lo más divertido es que ella se ha defendido diciendo: “He tardado sólo un minuto”, que esa excusa vale para un eyaculador precoz, pero no para decírsela a un agente. Y seguía diciendo: “A esa hora no había nada de tráfico, ni un alma”. Que el policía debió de decir: “Ah, entonces sí, si no viene nadie, atraviesa el coche en medio de la Gran Vía o aparca donde los minusválidos, que tiene sentido”.

¿Y sabéis que es lo peor de todo? Que Esperanza Aguirre no sólo no pagará la multa sino que ya se las apañará para que si su coche se lo ha rozado lo paguemos nosotros… y del delito contra la seguridad vial e irse a la fuga ni hablamos. Si nos pasara a nosotros, nos hacen lo mismo que nos hizo Bankia con las preferentes: nos crujen.