Esta semana escribimos un post sobre los pisos de estudiantes que tienen más mierda que el sumario de la Gürtel, o que por lo que sea sus inquilinos tienen soluciones habitacionales curiosas. Este post lo puedes ver aquí. Pues bien, nos ha pedido mucha gente –concretamente dos personas- que escribamos una segunda parte, y como todavía tenemos fotos raro será que no hagamos una trilogía buena… como las de George Lucas, pero al contrario.
Esta es la única manera de no sufrir por si te entran los ladrones a casa. Lo único que puede pasar si entran a robar es que te la ordenen.
No es que los que viven aquí no limpien o cocinen mal es que simplemente un arroz negro se les fue de las manos. Le puede pasar a cualquiera… a cualquiera que sea un cerdaco, claro.
Diréis que no, pero seguro que sentaros en ese váter os da curiosidad. Eso sí, ahí debajo puede haber cualquier cosa… el Pato WC ahogado, por ejemplo.
Normal, en esos cajones ya está la fruta de manera habitual, pues solo hay que echar el vino y ya ella va cogiendo ese saborcillo. Y también el color porque el vino original era vino blanco pero ha ido cogiendo ese tonillo con la roña del cajón.
Para que digan que los bidés no valen para nada. Madre mía, si una persona (aunque sea peluquera) deja la cabeza de maniquí sobre el bidé lleno de agua, no sé cómo estará el resto… del manicomio, digo porque eso fijo que no es una casa.
Igual no estáis acostumbrados porque aquí se llaman macarrones, pero en ese país se llaman penne. Le echas una salsa por encima y a comer. Eso sí, esa receta es muy apropiada con la olla que hay al lado porque parece que en lugar de caldo alguien se haya meado dentro.
Tenemos más fotos pero las pondremos en próximas entregas que todo de golpe puede ser mucho asco junto. Si quieres que escribamos para ti infórmate aquí.
Y si no quieres que escribamos para ti infórmate aquí, que es el mismo sitio y sabemos que no quieres pero nos sumas una visita.
Si quieres un discurso, monólogo para bodas o ver vídeos de gatitos, pincha aquí. Igual hay alguna de las tres cosas que no aparece pero así os sorprendéis.