Hay algo que es muy cierto en todas las bodas: se bebe mucho. Pero mucho, mucho, y eso es tan cierto como que si vas a un banco a ingresar, acabas ingresando pero en un hospital, porque se lo quedan todo. Porque es verdad que en las bodas hay barra libre, y lo único cierto es que está todo libre menos la barra, porque allí no se para y es muy probable que en una boda acabes a cuatro patas… y también borracha.
Así que el primer consejo que te damos para una boda es que no te la cargues porque te hayas bebido hasta el agua de los floreros… después de que a los floreros le hayan echado tres litros de whisky. En resumen, no hagas esto:
Eso sí, si quieres que tu boda sea tan divertida como esta pero sin ningún despropósito, puedes contratar un monólogo o un monologuista que vaya a actuar para vosotros de manera personalizada. ¿No lo crees? Mira los vídeos y la información que tenemos aquí.