Hoy hablamos de ligar. Algo que ocurre todos los días en España a no ser que seas informático. Aunque también es verdad que suele pasar que siempre ligan los mismos porque hay gente que le cuesta mucho… y no porque paguen, que algunos también.
Porque ligar con una chica es muy difícil. Es verdad que a veces llegas a un acuerdo en cuestión de sexo: porque tanto chicos como chicas siempre queremos un francés… lo que pasa es que el francés que quiere ella es un tío de Francia. Pero es que las chicas no lo ponéis fácil y siempre estáis con excusas en plan: (CHICA) “Ya, pero es que no soy chica de una sola noche”. Y tú: “Vale, pues mañana nos acostamos otra vez, ¿no?”.
Pero nosotros insistimos, porque otra cosa no, pero los chicos tenemos la cabeza más grande que Fernando Alonso. Porque siempre que nos acercamos a una chica que te gusta, le sonríes y ahí empiezas la danza de la seducción: le invitas a una copa, luego le pagas otra copa y otra copa y otra copa y otra copa y, si aún no te has dado cuenta de que es una borracha y que ella es como ver un partido de Clemente: (GESTO BEBER) pelotazo para arriba, pelotazo para abajo. Pero bueno, al final te lanzas y le dices: “¿Y entonces crees que tú y yo podríamos…?” Y ella: “Mira, antes de tocarte, me hago lesbiana”.
Porque hay veces que ellas son muy duras pero nosotros hacemos como si no lo hubiéramos oído y nos hacemos el Messi. Vamos, que nos hacemos el tonto. Ojo, nos hacemos el tonto como Messi para pagar a Hacienda, no para actuar en un anuncio de Bimbo, que ahí no se hace el tonto: ahí lo es. Así que seguimos insistiendo con la chica pero cuando ellas ven que un tío es más feo que un pie sin uñas tienen mil y una maneras de decirte que no y, si les apetece, humillarte. A mí me han llegado a decir: “Mira tío, si tú y yo estuviéramos en una isla desierta, antes de acostarme contigo mucho tendrían que correr los monos”. Claro, que luego tus fracasos ligando los comentas con los amigos: “Joder, pues hace un montón que no ligo”. Y el amigo: “Te entiendo perfectamente”. Y tú: “¿A ti te pasa lo mismo?”. Y él: “No, que te entiendo perfectamente, que hablo castellano”.
Si quieres que escribamos para ti, puedes informarte aquí.
Si quieres un discurso para una boda humorístico, emotivo, o mezcla de los estilos, aquí.
Si quieres un monólogo de humor para una despedida de soltero/a o boda, aquí.
Si quieres un vídeo personalizado, aquí