Hoy nos hemos levantado un poco irreverentes… no como habitualmente que nos levantamos y nos acostamos irreverentes y con ganas de meternos con la gente. Pero meterse con la gente es algo muy español… eso, y echarle la culpa al otro. Y, ¿cuál es la manera española de meterse con la gente? ¿Subir los impuestos y firmar decretos que casi plantean el despido libre en un día en el que juegue la selección española de fútbol? No, eso no lo hacen los españoles… los españoles honrados, claro.

La mejor manera española de meterse con la gente es hacer un calvo. Un español puede enseñar el culo para faltar al respeto en cualquier lado, pero en cualquiera.

Luego la gente tiene accidentes y no nos explicamos por qué. Ahora bien, igual el hombre quería hacer sus necesidades desde ahí para ver si le daba a una paloma para que supiera qué se siente. Pero una de las cosas que más gusta a los amantes de los calvos es estropear las fotos de los demás.

Lógicamente, es la foto de un informático porque no va a ligar… por lo menos con ellas. Otro de los clásicos de los calvos es hacerlo en el coche.

Luego te para la Guardia Civil porque te ha hecho la foto un radar y todo el mundo se extraña… bueno, se extraña todo el mundo menos Esperanza Aguirre que los radares no son capaces de pillar lo rápido que va. Y como esto es tradición… lo de los calvos, no que a Esperanza Aguirre no la pillen ni los radares, hay un pueblo en Estados Unidos, Laguna Niguel, en el que es tradición enseñar el culo a los que pasan en tren.

Habrá quien diga: “qué raro”. Tampoco tanto. Aquí los políticos nos dejan todo el día con el culo al aire y nadie se extraña.

 

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