En estos días se compra mucha lotería, ¿sabéis por qué? ¿Porque te puede arreglar la vida? No, por envidia. La lotería de Navidad sólo se compra por envidia. ¿Por qué compras la de la oficina? Por si le toca al idiota de tu jefe o de tu compañero y a ti no. ¿Por qué compras la de la peña de tu cuñado? Por si le toca, que solo falta que con lo listillo que ya es un cuñado de por sí, te ande restregando por la cara que le ha tocado a él y a ti no. ¿Y por qué compra lotería Fabra? ¿Para blanquear? Bueno, igual en este caso sí. Pero habitualmente la lotería se compra por envidia a que le toque al de al lado y se te quede la cara como a Montserrat Caballé en el anuncio de hace dos años.

Que esto es otra cosa por lo que se compra lotería de Navidad: para que se pueda hacer un anuncio cada año que se pueda criticar. El de este año poca crítica tiene… más que es la misma historia del año pasado, sólo que en dibujos. Porque claro, de la historia de Antonio y Manuel se han hecho más chistes que de la historia de Hacienda y Messi. Por cierto, ¿sabéis qué ha sido de Antonio y de Manuel un año después de que les tocara la lotería? Pues una agencia se ha encargado de darle continuidad a la historia. Disfrutadla.

 

 

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