Tener un niño es la mayor alegría que pueda haber… a no ser que el niño sea Frolián, que deja de ser una alegría para pasar a ser una preocupación… pero una preocupación para el resto porque no es que Froilán sea chungo, es que llega a un barrio y salen corriendo los latin kings.
Pero de normal tener un hijo es maravilloso, aunque una de las cosas que les preocupa a las mamás después de dar a luz es recuperar la línea porque lo normal es coger unos nueve kilos… más o menos lo que pilla el Mono Burgos en un desayuno, pero nosotros nos referimos a nueve kilos a lo largo de un embarazo. Vamos, uno al mes: lo que le gustaría echar a un informático.
Así que después del parto, las mamás tratan de recuperar la línea con infinidad de ejercicios aunque, sin duda, la manera de hacer ejercicios más recomendable que conocemos es esta en la que aparte de ponerte en forma estás con tu bebé.
Qué bonito, ¿no? Cuando esa niña venga borracha a las cuatro de la mañana dentro de 16 años igual no le parece tan bonito pero de momento es una buena imagen que nos gustaba compartir.
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