Como ya todos sabéis, el Rey ha abdicado… tranquilos, que no ha abdicado en Urdangarín. Las primeras reacciones han sido de alegría entre los elefantes de los circos, pero luego han pensado que ahora el Rey tendría más tiempo libre así que ha habido una estampida.

El Rey ha abdicado diciendo en directo en un mensaje grabado que lo hace porque quiere lo mejor para España, a la que ha dedicado su vida y porque quiere hacer un relevo generacional. Eso sí, si quiere hacer el relevo generacional bien hecho que hubiera abdicado en Froilán, que él sí refleja a la juventud actual porque es un chico de carácter. Vamos, que Froilán pone el pie en un barrio y salen corriendo los latin kings.

Pero es verdad que la frase que más ha sonado en todas las televisiones del discurso del Rey es que “una nueva generación reclama su papel protagonista”… a ver si que abdique el Rey va a ser también gracias a Pablo Iglesias.

Eso sí, el Rey abdica pero estamos tranquilos por su futuro porque, con el de Navidad, ha dado dos discursos en seis meses y fijo que esto lo cobra el doble, así que si ha cotizado bien durante estos últimos años seguro que le queda una buena pensión. Y seguro que ha cotizado porque trabajar ha trabaj… bueno, que va a estar bien.

Ahora el país va a quedar en manos de Felipe VI… y de los bancos, claro. Y el Rey Juan Carlos se dedicará a eso que se dedican los jubilados, como ver obras o jugar a la petanca. Eso sí, si Juan Carlos no tiene bola de metal para jugar a la petanca, siempre se puede quitar un trozo de cadera y apañado.

Aunque tras este discurso de hoy, están los malpensados que dicen que mañana va a salir ante las cámaras con su campechanía habitual comentando que era una broma y diciendo: “Que no abdico. Lo siento mucho, me he equivocado, no volverá a ocurrir”.

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