Facebook, la red social que según salió a bolsa cayó más en picado que Bale Kaká en el Madrid y que 14 meses después ha vuelto a recuperar su precio de salida… (y os preguntaréis: “¿esto a qué viene?” No sé, así parecemos listos) Pues bien, como sabréis los que tengáis, Facebook es una red social maravillosa para ponerse en contacto con la gente, recordar los cumpleaños o tener vidas gratis en el Candy Crush Saga, pero tiene una serie de peligros. ¿Ligar por el chat? No, pero que levante la mano quien no lo haya hecho… ya podéis bajarla porque no os estamos viendo. El peligro principal de Facebook es que tus jefes también tienen Facebook.
Porque si tienes jefes, enhorabuena porque tienes trabajo, pero cuida tus fotos porque igual te han contratado porque piensan que eres una persona seria y, al investigar tu Facebook, ven que en todas tus fotos estás con una copa en la mano porque te pones como las hijas de Tony Curtis.
Y es que Facebook es perfecto para pasar el tiempo y, cuando te aburres, aparte de pasar el tiempo en un súper buscando nombres en las latas de Coca-cola, lo mejor es cotillear las fotos de los que tienes en Facebook. Así que, antes de subir tu foto con la corbata en la cabeza mira primero si tu jefe tiene una igual para, por lo menos, poder ponerlo como excusa.
¿La solución es no aceptarle a tu jefe la solicitud de amistad? Arriesgado, porque te va a preguntar a cada rato, pero… ¿no es mejor no aceptarle a que vea que el día que te pediste la baja estabas en un karaoke dándolo todo con “Gavilán o Paloma”? Pues no porque tú tampoco le podrás cotillear… que en el fondo es lo que nos gusta.
Pero Facebook tiene más peligros… y no hablo de que pueden utilizar tus datos y tienes que copiar y pegar en tu muro mensajes para que no los usen. No, porque tú mismo los has puesto y nadie te ha obligado. Así que próximamente hablaremos de más peligros como cotillear a tus amigos del colegio y darte cuenta de que tú eres el único calvo o que tu madre se haga Facebook.